miércoles, 23 de febrero de 2011

40 años queriendo ser una princesa...

Pasados los 30 años y antes de los 40, a una mujer se le presentan pensamientos y vivencias que cree únicas. Pero tristemente, sucede que en esto también somos lugares comunes. A varias mujeres de esta edad nos suceden exactamente las mismas cosas. Tenemos hijos pequeños. Somos profesionales excitosas. Somos amadas, muy amadas por nuestros esposos, nuestros hijos, familia y amigos. Tenemos un cálido hogar. Y tenemos una frustración arrastrada por años. Convivimos con una imagen corporal que no nos representa y que no transmite toda esa felicidad que hemos alcanzado en otros aspectos de nuestras vidas.

Pero a los 40 años, la preocupación por ser delgada es una absoluta vanalidad. No hablo de "estar más flaca". Hablo de ser delgada; que la delgadez sea parte de nuestra identidad. Que sea esa imagen que queremos llevar adelante. Sentirnos tan hermosas como maduras y exitosas.

Desde que tengo conciencia de mi cuerpo, deseo otro cuerpo. Es un deseo postergado desde la adolescencia. Mis padres, mis hermanos, mis amigos, siempre encima mío para que no adelgace de más. Pero nunca llegué a ser lo que deseaba, y no estaba enferma. Mi espejo no me distorcionó nunca. A los 14 años medía 1.53 y pesaba 64 kgr. Con dietas llegué a pesar 51 kgr. Así me mantuve todos estos años. Tuve hijos. Hoy tengo 40 años y peso 53 kgr. No soy obesa, no soy gorda, pero aún sigo postergando ese deseo de ser delgada. Es una pavada, no es tan importante en el conjunto de las preocupaciones de mi vida o de mi edad. Pero es lo que deseo.

Cómo llegar a ser lo que quiero ser a los 40 años?... inicio ese camino. 

Si hay compañía, mejor.
JOLE